Todo lo vivido y experimentado por tu bebé en sus primeros momentos de vida está memorizado en los tejidos de su cuerpo, condicionando así el estado de su estructura anatómica, y repercutiendo así en las funciones de su cuerpo. Siendo la enfermedad o la salud, la consecuencia de cómo está su cuerpo tras el embarazo, el parto, y todo lo que vive en sus primeros momentos de vida.
Esto cobra especial importancia en un niño, puesto que las estructuras anatómicas de su cuerpo está en proceso de formación. El cráneo, la pelvis, su columna...etc., están todavía inmaduros.
Esta inmadurez, ha sido diseñada por la Naturaleza para que pueda adaptarse mejor a esos procesos de vida, como es el crecimiento del bebé en el vientre de su madre, y en especial, para tener más movilidad y flexibilidad en el momento de nacer, cuando el bebé ha de poderse adaptar a las tensiones que aparecen en el cuerpo de su madre, e incluso, a las tensiones que recibe cuando recibe un fórceps, un encaje, una epidural, ... y otras herramientas que no estaban previstas para su nacimiento, y que a menudo dejan tensiones en el cuerpo del bebé. Es gracias a esta flexibilidad que el bebé se adapta a todo lo que vive en el momento de nacer.
Pero esta adaptación necesaria para sobrevivir y poder nacer a menudo tiene un precio, que deja tensiones y repercusiones en su anatomía, afectando así a la función sanguínea, nerviosa y hormonal. Es desde esta mirada que podemos entender que desde el momento en que la fisiología se ve alterada, tarde o temprano aparecerá el efecto;
mi bebé no duerme o está todo el día durmiendo,
no se coge al pecho de su madre,
tiene molestias digestivas,
y mucho más...etc.
Pero lo más importante en todo esto, es entender que mi bebé está creciendo con una serie de tensiones instaladas en su cuerpo que tarde o temprano pueden empezar a crear efectos a medio o largo plazo. Es aquí cuando entendemos que
mi hijo no gatea
mi hijo parece que no tiene fuerza
mi hijo tiene infecciones frecuentes o a menudo está enfermo
ha empezado a desarrollar desórdenes neurológicos
mi hijo no lee como los demás, tiene problemas de audición,
En definitiva su desarrollo no es el mismo que el de otros que están creciendo saludables, y es que todo lo vivido durante el embarazo y momento de nacer está haciendo ahora su efecto.
El Osteópata, con sus manos y correcta relación con ese niño, detecta estas tensiones en su cuerpo, las quita, y permite así que el correcto desarrollo y la Salud empiece a expresarse en nuestro bebé.
El Osteópata se convierte así en un profesional sanitario clave para el crecimiento saludable de mi hijo.
Franki Rocher Muñoz
Osteópata D.O