Sesión de Osteopatía en el Bebe

Hoy Samuel fue por primera vez hoy al osteópata.

 

Su mamá había escuchado que los bebes acuden al osteópata después del parto, donde el osteópata los examina con sus manos para sentir que su cuerpo está en salud, que su cuerpo está en movimiento y trabaja sin obstáculos.

 

Así fue como Samuel por primera vez se puso en las manos del osteópata. Ese día Samuel estaba muy dormido, dormía muy profundamente y no había quien lo despertara. Algo que llamó la atención al osteópata. Pero aún así, el osteópata con lo que mejor sabe hacer, tocar y sentir con sus manos, se decidió a examinar a Samuel. La osteopatía es una medicina que contempla al ser humano en su totalidad, y con sus manos el osteópata trata de sentir la salud, o en otras palabra el movimiento en el cuerpo, y detectar esas zonas donde el movimiento o la salud está impedida. Movimiento, salud y buenas circulaciones nerviosas, sanguíneas y mucho más van íntimamente relacionadas.

 

Asi que tras fijarse en cómo estaba Samuel, el osteópata se propuso examinar la columna y el cuerpo en general de Samuel. Colocó una mano en su sacro y la otra en la base de su cráneo, ahí donde inicia la columna vertebral. El osteópata sabe, que muchas veces durante el parto y también por qué no durante el embarazo la columna esta sometida a tensiones y torsiones que pueden limitar la movilidad del cuerpo en general y específicamente de la columna, es por ello que examina a fondo la movilidad para que no haya obstrucciones a la buena circulación nerviosa. Pero, cual fuer la sorpresa del osteópata al encontrarse que el cuerpo de Samuel estaba realmente dormido y su cuerpo no tenia demasiada respuesta a lo que el osteópata le pedía, es decir, le pedía movimiento.

 

Esto le hizo pensar al osteópata que quizá tendría que ir a revisar el hígado de Samuel. Os recuerdo, justo en este momento, que el osteópata con sus manos no busca patologías ni enfermedades, busca movimiento o no movimiento, y cuando no lo hay, busca la forma para que lo haya. Y en este caso quiso ir a ver el hígado para ver qué pasaba allí. Colocó sus manos allí, y mientras Samuel seguía dormido, el osteópata empezó a sentir lo que allí ocurría. Y se encontró con un hígado con poco movimiento, y con sus manos empezó a estimular el movimiento de esta parte del cuerpo, con la idea que esto ayudara el cuerpo de Samuel a estar más despierto y responder mejor a lo que el osteópata quería conseguir, movilidad y salud. Tras estar trabajando en el hígado durante un rato, el osteópata consiguió darme una mejor movilidad a esta parte del cuerpo. Y claro, como el osteópata sabe que trabajando una zona, repercute en el resto del cuerpo, cuando volvió a examinar la columna y el conjunto del cuerpo, se encontró con que todo empezaba a moverse mejor. Es entonces cuando se propuso iniciar a examinar la columna de Samuel. Volvió a colocar una mano en la base de la columna y otra en la base de la cabeza, y empezó a buscar zonas donde la movilidad estuviera impedida, y poco a poco, fue dándole mas y más movilidad a la columna de Samuel, movilidad que como bien sabe el osteópata se traducirá en una mejor circulación nerviosa por todo el cuerpo, y consecuentemente de la sangre también. Buena circulación nerviosa y sanguínea para el osteópata solo se traducen en un sola palabra Salud. A medida que el osteópata trabajaba el cuerpo de Samuel empezaba a moverse, a enrollarse y desenrollarse, hasta que finalmente volvía a su posición normal. El osteópata hizo esto varias veces, todas las veces que el cuerpo respondía, hasta que finalmente sintió que había una buena movilidad y expansión bajo sus manos, lo que le hacía pensar que la columna tenía ya una mejor movilidad. Hasta ahora todo empezaba a ir mejor, pero ahora el osteópata se disponía a examinar una de las zonas más importantes del cuerpo de Samuel: el Cráneo.

 

Samuel seguía dormido y relajado, y el osteópata seguía haciendo su trabajo. Lo siguiente era comprobar el grado de vitalidad y movilidad que había en la cabeza de Samuel. Para ello, el osteópata colocó sus manos en la cabeza de Samuel para ver lo que allí sucedía, si la salud, la circulación nerviosa y sanguínea se expresaban correctamente en la cabeza de Samuel. A decir verdad, todo parecía un poco dormido, lento y tan dormido como lo estaba Samuel. El osteópata se dio cuenta de esto y empezó a trabajar para conseguir un poco más de vitalidad en la cabeza de Samuel.

 

Y lo primero que hizo fue colocar sus manos en la parte de detrás de la cabeza. Puesto que es una zona de gran importancia para el movimiento de toda la cabeza. Ahí se encuentra un hueso llamado occipital y que debe tener una buena movilidad para que el conjunto del cráneo se mueva correctamente. Además, el osteópata sabe que ese hueso con la edad de Samuel, esta hecho de cuatro partes en lugar de una, y que estas cuatro partes deben de estar correctamente para que la médula espinal pueda estar cómoda y cumplir bien sus funciones. Además, el osteópata sabe, que es justo ahora el momento para trabajar esa parte del cráneo, porque a medida que Samuel crezca se irá haciendo más duro, osificando y si no tiene una buena movilidad luego ya será tarde. Trabajar esta zona del cuerpo, es bien sabido por el osteópata que es un seguro para la salud de Samuel.

 

Y bueno, es evidente que Samuel seguía plácidamente dormido y relajado. El osteópata coloco allí sus manos sensibles y sabias y empezó a sentir las cosas. Empezó a relajar la zona y permitir que poco a poco que la parte posterior de la cabeza tuviera cada vez mejor movilidad. Parecía que las cosas empezaban a mejorar, la estructura empezaba a moverse a estar más viva, cuando fue justo en ese momento… que Samuel se despertó y comenzó a llorar. ¿Casualidad? No lo creo. Su cuerpo ahora estaba más móvil, más vivo, y encima Samuel, pese que a muchas mamás no les gusta escuchar a su niño llorar, con su lloro empezaba a estimular la circulación de la sangre por todo el cuerpo, y eso al osteópata le gusta, le encanta sentir que la vida, que la circulación por todo el cuerpo se mueve, porque sabe que solo así los alimentos de la sangre llegan a todas las partes, y sabe que los deshechos de la misma son llevados de vuelta al corazón, y que por si no fuera poco, el movimiento del diafragma torácico y del cráneo permiten que la sangre reciba todo el oxígeno que necesita. El movimiento siempre es indicativo de una buena salud.

 

Y hasta aquí acabó la aventura de Samuel con el osteópata, quedaron para verse otro día y seguir mejorando la movilidad para que pueda crecer vivo y sano.

 

Franki Rocher 

Osteópata D.O